Escucho el ulular del viento que se cuela a través en mi ventana.
La noche fría se extiende acariciando todo a su paso. Lento acalla el bullicio habitual.
Aquí estoy en medio de la noche, desgranando letras, basteando oraciones, destilando recuerdos.
Las notas de una melodía me envuelven y me dejo llevar; evocan playas desiertas, mares lejanos, tierras mágicas, amores frustrados, seguridades perdidas, montañas plenas de fantasía, parajes de un país alejado que se pierde en el tiempo y el espacio.
De repente me encuentro en un precipito, la pregunta fundamental es: ¿Saltar o no? ¿Extender los brazos e impulsarme al vacío?
Escucho una voz de alarma en lo profundo de mi ser. Demasiado tarde, ya estoy en pleno vuelo…