Los recuerdos marcan la vida
Testimonian las huellas
Son los cielos ingratos
El presente encarcelado
Sufrido cuando nos arranca
Una lagrima.
Se agita de emoción
Esta mas allá de la
Tristeza y alegría
Conmueve lo saboreado
Por el alma
Tiene las dimensiones humanas
La compasión estrechando
Las manos libres
Como la cara oculta
De la luna
La que no vemos
Pero sentimos.
Sus celosías y trampas
Esas llanuras inmensas
Son interminables en la memoria
Resplandecen en la soledad
De un cuarto, de un zaguán
En la hora del silencio
Entre las burbujas
De los ojos
En esas miradas
Que quieren tocar
La sombra del horizonte.
Las horas del hoy
Finitos ruidos entre corredores
Melancolía de las plazas
Eternizadas en su mundo
Esculpiendo sus pasos
Sin mañanas, tardes y noches
Las arrugas maquilladas de amor
Se han vuelto niño y niña
Tienen lumbre sus huesos
Las pieles son arenas
Endulzadas silenciosamente
Callando al tiempo
Huérfanas de amaneceres.
EH