Ella era luz,
afable y brillante,
Una brisa tibia en medio del frio…
Él, oscuridad total,
De la que abraza el alma y la envuelve,
Sin un atisbo de esperanza…
Y se encontraron,
Ella supo ver luz en la negrura espesa de su alma,
Él la reconoció y la dejó acercarse,
De una forma que jamás permitió a nadie…
Y al fundirse la oscuridad y la luz,
Fue como una estrella fugaz cruzando la noche,
Que deja una estela de esperanza en los ojos de aquel,
Que un día pensó no encontrarla jamás…