Verano Brisas

A LA VIRGEN DE LA BARBARIE

Oh Señora que cubres sin escrúpulo

los necios epígonos de los poderosos,

los inicuos maleantes planetarios,

los decadentes predadores de la vida,

los ilusos moradores de los templos

con tu ropaje de bastardas gemas.

 

Tú que apestas ciudades y montañas

con tu aliento ancestral de basilisco,

no te apenes jamás de mis dolencias

cuando el puñal de las enfermedades

o la filuda cimitarra de la muerte,

hundan su acero en mi pecho agonizante

tras la mueca infernal de tu sonrisa.

 

Aléjate de mí, Patrona de las Sombras,

espuria parturienta de la infelicidad,

virgen de la barbarie interminable,

insana prostituta del embuste acerbo,

monstruo intolerable de la oscura noche,

reptil mendaz del falso juramento,

tocóloga asquerosa de la impunidad.