Cuando era una niña
mi infancia pasaba… solo pasaba
pero en mis mejores sueños
era ser una bailarina exótica
me sentía vivir en los aplausos
me encantaba contonear mi mente con mis sueños
danzar placida ante cientos de miradas
sentirme segura de seguir el ritmo
y sentirme ante los ojos cobijada.
Luego, fui creciendo
aún con la música que nunca había escuchado
por mis ávidos sueños inventada
escuchaba en mis oídos el !viva y hurra¡
de mis pasos bien trazados
miraba cerrarse el telón ante mis ojos
luego salía triunfadora a dar las gracias.
No me importaba que esto no fuera aprobatorio
yo me realice como una gran bailarina
me diseñe con mente maestra
todos mis atuendos
mis manos mágicas dibujaban
en mi rostro mil estrellas
que brillaran en la noche
para que, ante la luz del escenario
luciera como una estrella luminaria
Cubría mis cabellos con luces tintineantes
como aquella diamantina azucarada
que se dejaba resbalar en mi placido cuerpo
y danzaba, danzaba, danzaba.
Ivón Arce García