De la nada apareció una piedrita, quise caminar y olvidarla,
casi se me olvida, que un día polvoroso apareciste en mi zapato,
con el caminar, la piedrita se acomodo y al parecer ya no molestaba,
pero de repente ah, ahí esta otra vez, esa piedrita que trata de molestar,
esa piedrita, debe de quedar fuera de mi zapato, ah, ahora mismo,
Esa piedrita que al sacudir el zapato, he, ya no esta.
Espero que no me vuelva a pasar por el zapato otra molesta piedrita.