Vi mi cuerpo arder entre llamas,
En carne viva mi torso descubierto,
El fuego ganaba mis piernas
Y mi rostro estaba deformado;
Sucumbí en la desesperación,
El miedo y el terror,
Mi falange izquierda se estiró
Luchando por alcanzar la lámpara;
Pero no, no lo lograba,
Al fin mis ojos parpadearon,
Notando que mi cuerpo
Yacía tieso sobre la cama;
Encendí la lámpara,
Latía mi corazón acelerado,
A duras penas logré incorporarme,
Abrí los ojos... había despertado