Dijiste No,
Y me convertí en tu sombra.
Un anhelo creció
y la voluntad se perdió.
Cai en el tedio de las horas,
el tiempo siguió
y no encontré sentido,
todo lo que pasó.
En ese mundo oscuro,
el brillo azul de tu mirada
me mantuvo presa
enajenada en el vacío.
Segui tus pasos,
tus dolores,
tus amores...
Ahora acabó.
Hoy suspiro.
Aliviada,
aún me sorprende.
¿Cómo pude perderme?