Ludovico Lujan

La lluvia, El camino y Tu

 

 

 

La lluvia, El camino  y Tú


 

La lluvia, el camino  y tu no se  parecen!; 

ella es torrencial,  fría y gris, el puede ser largo y tedioso.

Tú eres una cascada  de ternura y  calidez,

que acoge mi silencio, mis ansias  y mi inquietud.

 

Otro final de jornada y allí esta  el camino, la lluvia y  yo , esperando por ti….lluvia de besos y de anhelos, caricias que se adhieren como escarcha al roce de la piel, calor de sangre, aroma  de la miel  de tus cabellos y la tersura de tus manos.

 

Ellos han sido mudos  testigos….cuando  he sentido la humedad de tus labios apagando la sed de los míos y encendiendo la hoguera que reposaba  en mi pecho….antorcha renovada, sin pavesas ni cenizas

  

Cuantas  veces la lluvia y el camino,

Compañeros de romance o de aventura,

Quizás de lucidez o de locura ¡que importa, si ya nos encontramos!

 

Imposible huir bajo la lluvia la lluvia cómplice, la lluvia  espía que delata.

 

Imposible no mojarse las espaldas, si al final

 te reconocerán por tu mirada huidiza y  brillante bajo la noche y por la extraña humedad de tus palabras.

 

Pero ya que importa, estas tu allí, mirándome con gritos de  silencio  hablándome con ensordecedores gestos,

 Solo las almas callan mientras nuestros corazones platican, golpeteando nuestros pechos, con percusiones jadeantes.


Eres mi lugar común; a veces la noche, a veces el día, a veces el sueño deseado, otras veces un pensamiento asaltado y…

Al final y sin quererlo, casi sin darnos cuenta, se nos termina el camino, se separan nuestras manos y nuestros labios se enfrían.


Es ahora la lluvia que nos invade hacia adentro y la soledad de la despedida,

Pero, hoy como ayer el alma se levanta, el recuerdo se aviva y el corazón me recuerda que a pesar de ya no verte, siempre fuiste, eres siempre, eres aun.


Eres todavía un mágico y eterno instante, y solo por eso agradezco a la vida haberte encontrado, aunque deje de llover y se nos termine el camino.