Con la cortina cubre la ventana,
La puerta está asegurada,
Ella me llama...
Dentro de su secreta cámara
Su boca y sus labios,
Completamente humedecidos
Emanan fuente de éxtasis,
Salpicado con olor a placer.
Prisionero soy
De la mujer dominante
Me mira con ojos de deseo,
El respiro esparce calor al viento,
Que pronto terminará en llama,
En el sofá, en el piso o la cama.
Su ropa provocativa,
Anuncia el ritual placentero,
Dos cuerpos como uno.
Estoy tieso y atrapado
Dentro de amplias paredes;
No tengo opción de escape,
Me tira con furia al lecho,
Presumiendo ser la única;
La dueña del paraíso.
Ella es mala y dominante,
Presume ser Cleopatra,
Para dar esas cabalgatas,
Como reina del gemido
En la mansión de Afrodita.
Suelta y sin ataduras,
Se mecen sus dos volcanes,
Miradas inquietas y provocativa,
Se cruzan y vuelve a continuar...
No me doy cuenta cuando ya...
Estoy encadenado por su beso,
Y atrapado por su flexiones,
Y repetitivos movimientos de cadera.
Los giros ondulatorios
Beso y caricia picante,
En el secreto del abededario,
Desde la A hasta la Z.
Brota manatial del géiser,
Mientras ella me clava,
Su larga y afilada uña.
Su arte de danzar me incita,
Rugir sin poder contenerme,
Disfruta verme acorralado,
Fiero sumiso dentro de su red.
Autor: Alex de Jesús