Le confesé al mundo de mi amor
Me tatué el nombre de ella, en su honor,
Moje mi pluma en el tintero y le escribí
El mejor de mis poemas.
Expuse el retrato de su rostro autografiado
Por sus ojos que me adormecen y enamoran,
Dibuje sus labios dentro de mis sueños
Acaricie su piel, bebí su aire,
Y ella, se proclamo dueña de mi ser para siempre,
Y yo la deje ser, me entregue a su amor por completo,
La deje querer, y me quiso,
La quise y me dejo que la quiera
Nos queremos y es para siempre
Y adornamos nuestras vidas con besos.