Voy a hablar de mí.
Soy un asco. Quizá algo inesperado.
Algo putrefacto, o algo inapropiado.
No invitada, no llamada, no sugerida.
No solicitada, no buscada, no encontrada.
Voy a hablar de mi falta de prudencia,
y de lo mal que me va con las parejas.
De lo que sale de mi boca con poca inteligencia,
y las cosas que llevo en la cabeza bastante complejas.
Llena de odio por mi cuerpo, y estrés por mis pensamientos.
Cansada de la falta de tiempo, dependiente aún por los otros.
Queriendo hacer todo a la vez, según yo, \"objetivos\",
pero no son más que pretextos de mis estancamientos.
Soy nada, me llaman Nadia.
Y doy asco.
Y me doy miedo.
Y me doy odio.
Y estoy cansada.
No puedo pararme en mis dos pies,
creo que porque no soporto mi propio peso.
No existe más fe. No existe más visión.
Cometí errores, que no puedo corregir.
He perdonado pero no he sido perdonada.
Me he perdonado pero me sigo condenando.
¿Dónde estoy y a dónde voy?
Nadie lo sabe. Ni yo lo sé.
Giro en un espiral que me mantiene mareada.
Buscando algo, pero no sé que busco...
Soy Nadia... y soy nada.