Iset

La presa y el cazador .

 

El pobre conejo se volvió cazador, pero

siempre fue la presa. Él fingió no temer para

engañar al cazador, no obstante, no logró

engañarlo por completo. Así que la presa se

volvió cazador y el cazador se volvió presa.

Pasando el tiempo, el conejo se olvidó de sí

mismo, olvidó ser débil, olvidó cómo se sentía

llorar, olvidó cómo se sentía reír y fingió, sin poder dejar de fingir.

 

Y al final, después de todo... ¿quién es la presa y quién es el cazador?