Al despertar te diré.
Puede ser miles de minutos ahorcados
en la cima de esa galaxia.
Puede ser nadar en un cuento
sin lectura, sin ánimas en el corazón.
Ya te diré.
Soplaré una vela en el ánfora de un suspiro.
Sucumbir en el infarto de un abrazo,
sin manos que estrangular.
A lo mejor, solo seré capaz de pronunciar
un bello velo de seda acariciando mis pupilas.
Al despertar...siempre de aquellos sueños
que se convierten en estrellas en la noche,
en vacíos complejos de rotundidad.
Un cuadro es una rotundidad.
Un espejo es una deshumanización corrosiva
cuando penetramos en la burbuja de la sombra,
con la esfinge de una dama.
YA te diré.
Cuando despierte de la madrugada.
Puede que diga o me estreche en un sello lacrado.
Puede.
Simplemente poder con un deber ,
supone un derecho sin obligarme.
Al despertar, no sé qué rozará mis senos,
no sé qué abrigo cubrirá mi esmalte,
los ojos que no miraran los míos,
qué piel rozará mis escamas,
abrirá surcos en la piel.
Pero al despertar me di cuenta
que no había nada que pudiera decirte.
Ya te diré.