Raquelinamor

MAS ALLÁ

Mas allà de la bóveda infinita, màs allà de la vida, ahì estas tu, para mi.

Autor: Carlo Donida

 

Sabiendo bien cuanto te amo y hasta donde das cabida, 

mas allà de la vida, en intimo ser me derramo,

verdadero amor sentido, donde no existe el olvido,

y ni  aun en gris partida una gota  estarà perdida,

porque  en ella me habitas tu, el extraño ser que yo amo.

 

Y porque yo siento a la parca, en esta extraviada barca,

vivir nàufraga en mustio dolor entre mis piernas dormida,

cautiva en tu cruel desamor, donde la esperanza anida,

soy  cual prisionera herida, en mis noches de resplandor, 

¡Oh! inalcanzable lucero, por cuya luz vivo y muero,

con clamor desesperado,  en mis desvelos de amor.

 

Hombre sin tiempo, ni sueños, que pasas pronto despacio,

para mi  ya no hay espacio de ardoroso fuego extinto,

pues vagando entre cenizas, me dio un sueño distinto,

y al perecer en sus brazos ni romper pudo los  lazos,

de este tortuoso amor en brumas y hoy  hecho pedazos.

 

Ciega deànbulo en claridad, afèrrome a su mano,

por si debido a mi edad,  transigiera en la oscuridad,

y me despido temprano, mas allà de lo humano,

o del limite del mundo, perdiendo mi identidad,

que no se te olvide jamàs que esta mujer lucho en vano,

 

Y si despuès tiempo no diera al huérfano sentimiento,

de gritar su amor eterno, yendo  rumbo al hacedor,

espora hacia cielos insondables, lo escribo con calor,

bebiendo mi agua potable, calmo la sed y el sudor,

experiencia cristalina, que confiere mi creador.

 

Tal que en breve poesía, en mis versos  te dejaría,

sabores de  caricia incomparable hecha de fantasías,

con alas de mis entrañas y sentìr del corazòn,

mientras al infinito voy, reprochando mi osadía,

por el drama y la tortura,  bajo el sol del mediodía,

y errores de ayer hicieron un destino sin opción.

 

Tal como hoy ya me voy, amando al filo del precipicio,

jura  mi pleno juicio, no pasar  página de amor,

como me has pedido, viejo zorro astuto, cazador,

que  puedes estar tranquilo,  yace ilusiòn sin olvido,

y las añoranzas del feo rastro que dejo cupido.

 

No  ha de molestar vuelo, de gaviota sin consuelo,

de infortunado duelo, por eso que sufriò el amor,

humillado al arrogante, víctimario en sepultura,

culpable al dolor, que  dejò mi lecho solo y a oscuras,

atascado en desventura y un escenario de horror.

 

Navegando mar sin velero, a Dios pedirle quisiera, 

que en una feliz pradera, longeva vida tuvieras,

donde no te falte pasiòn cual  aderezo en la mesa, 

ni en ruinas  las tibiezas, cuando te acuerdes de mi,

y no tengas a quien besar y a ti nadie quien te besa,

y pienses en cualquier impura con tu  lóbrega lombriz,

agonizante sin fuerzas,  tatuada de cicatriz.

 

y si alguna vez en  vida, mi abrigo necesitaras,

esta ahì para  cuidarte, dándote a beber miel pura,

que te amague como la hiel, por las heridas de mi ayer,

traidor pàjaro errante y me pagues  sintiendo mil agruras,

por las muchas aventuras y  tantos años de amarte,

 

No faltarè a mis promesas, ni por las breves torpezas,

y si una vez mas  herirte, sollozando deprimente,

aun mas allà de la vida,  y mas allà de la muerte,

donde acaba tu altivez, porque me amaste alguna vez,

en  lugar desconocido  seguiràs estando tu

pues me tocaste en suerte, delirio de mi juventud

 

Raquelinamor