Rigo F. Garay

La existencia de los Santos

Todos nacemos santos, pero algunos, se hacen santos luego de tanto sufrir; otros pocos de tanto leer y muy pocos, de tantos muchos, de tanto escribir.

Lo que pasa es qué, para ser Santo sí importa a quien y para quien escribes. Ojala no sólo nos califiquen santos, el mismo día en que todos somos buenos.