Me llamo Ivonne, el ayer fue fácil y difícil
sin embargo, la mujer de ayer fue otra, algo cambio,
hoy soy diferente
pensé que aun esperaba el detonante para sentirme mujer
que necesitaba que mis labios volvieran a sentir
el beso que un día perdí
pero esa chispa, esa motivación de todos esos años estériles se van
no importa que mis labios se encuentren erosionados
por no haber sido lisonjeados por décadas,
aún son míos y estoy aquí
Hoy, me he propuesto a restaurar mi brillo
hoy, buscaré mi esencia para sentirme bien con mi piel surcada
con las pocas pestañas que me ha dejado la edad y el tiempo
hoy, me he propuesto a liberar las toxinas de mi cuerpo
hoy seré la vitamina perfecta para mejorar mi espíritu
danzaré, bailaré, cantaré para mí,
me liberaré y haré lo que nunca me permití
saldré, porque encontré dentro de mí, la existencia
ungiré mi cuerpo con la miel de Prada
me pondré los tacones que ya no usaba
no dependeré de la esperanza de que mi hombre
venga a estamparse en mis labios abandonados por el
tengo mas de mil razones para vivir
porque ya eduqué a quienes la vida me encomendó
ahora, tendré brazos para disfrutar a mis nietos
y disfrutarme a mí,
para respirar y sentirme ligera de equipaje,
mi miraré por fin ante el espejo, daré gracias por llegar
hasta hoy, con mi diadema blanca como una corona que labré,
taconearé por el camino donde pase
me llenaré de las miradas cautivas que me electrizan
porque atribuiré una madurez, impregnada de sensualidad
¡no me haré invisible ante nadie, ni ante nada!
soy la protagonista de mi propia escena,
¡descubrí! que no soy el hada madrina de los cuentos,
pero tampoco la cenicienta de las mismas historias,
¡descubrí! porque había dejado el teclado y las redes un descanso
era para renovarme y hoy, voy con todo,
a disfrutar cada instante mis defectos y virtudes,
que son las joyas de mi corona
cual piedras de jade, esmeraldas y rubíes
diamantes de diferentes tonalidades
me daré el lujo de aceptarme imperfecta
¿quién a estas alturas quiere ser perfecta?
no me refugiare en una religión,
aunque haya muchos que trabajen en ello,
ahora a esta bella y magnifica edad sin religión,
conozco más a Dios,
el que hoy me despertó, para recordarme quien soy
que podré darme el lujo de equivocarme
no hablaré de erotismos vulgares,
pero sí de afrodita o de venus,
me sentiré orgullosa con lo siento
ahora, esta mujer que veo, soy yo ante un espejo.
Y me declaro culpable de sentirme libre
de vivir y deleitarme, de carcajear y llorar
de saber, que hoy… me reencontré,
siendo una mujer madura, no vieja,
aún tengo nombre y apellido
Ivón Arce García®
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