ANOCHE...
Anoche me habló el poeta
luego de enviarle a usted,
esas rimas muy discretas,
que como hombre narré.
Me decía a la distancia
que tome pluma y papel,
y que transcriba sus ansias
pero me supe oponer.
Me pedía por favor
y me llegó a suplicar,
mas cuando dije que no,
no paraba de llorar.
Tómate un tiempo expresé.
No me quería escuchar.
Insinuaba de volver
y yo le dije... Jamás !
Me pedía explicación
del porqué de mi respuesta,
si sólo hablaba de amor,
de sentimientos, de penas...
De deseos, de ilusiones,
del cielo, el mar, las estrellas,
de un sin fin de sensaciones,
de usted y de su gran belleza !
Justamente es la razón
porque no quiero que vuelvas.
Te lo pido por favor !
Es que tú no te das cuenta...
Que estoy desangrando en vida
por esas, tus frases hechas ?
Y han provocado una herida
que se mantiene aún abierta ?
Jura que no volverás
a golpear nunca mi puerta !
No ves que no puedo mas
porque estoy lejos de ella ?
Que mi platónico amor,
en realidad se ha tornado ?
Que el destiempo en el que estoy,
me dice que es todo en vano ?
Que en esta vida no hay sitio
para lograrla tener ?
Que tus rimas son ya un vicio
y aunque me causan placer...
Me amargan, me dan tristeza,
me provocan confusión...
Por todo ello... No vengas !
Piedad, te pido... Por Dios !
Justo anoche hemos hablado.
Estimo que me entendió !
El poeta se ha marchado...
Si era inherente... Se abrió !
Luis A. Prieto
22/07/13
04:54 hs.