Almas perversas, corazones fríos.
Que convierten a los amantes
En seres disformes.
Con un hueco enorme
Donde cabe el engaño
Y el juego perverso.
No conviertas al amor
En juego vano
Por tu falta de sentimientos.
No te conviertas en muñeco de trapo.
No juguemos con el amor.
Porque no es bueno,
Alguien podría lastimarse.
Es un juego triste y muy punzante.
Los perversos amores frustrados.
De pensamientos soterrados.
Difusos, paradójicos y deslucidos.
Son de personas de bajo amor propio.
De ondas absurdas e incoherentes.
Retenidas en el misterio
De las bajas pasiones,
Que mueren en el tiempo.
Son máscaras grotescas.
Que aparecen como visiones.
Con emociones perturbadoras y alienantes.
Reflejos del inconsciente,
Que se vuelven alucinantes.
No juguemos con el amor,
Porque no es de los buenos.
No mires a los ojos engañosos
De los que mienten sin pudor ni temor.
No desprecies el amor humano,
Llenando de risas falsas
Y muecas disformes
Que se convierten
En falsas frustraciones humanas.
Autor: Antonio Encinas Carranza
De: Lima, Perú
D. R,