El cielo gris de esta lejana Roma
me hace parte del misterio y de la historia.
Solo soy un instante ignoto
entre tantos nombres que cruzaron siglos.
Soy un sonido más en esta oda
que siempre se eleva al Hacedor del tiempo.
Sólo un haz de luz de esta victoria
un fulgor a la vez triunfante y roto.
(Roma, 29 de diciembre de 2003)