Era un joven de mediana estatura y ojos de color café. Estaba siempre sentado en el suelo de aquél café llamado El Café Matutino. Entonces, éste joven viaja desde una distancia hasta lograr llegar a El Café Matutino. Entonces un señor que estaba ahí le dice:
-“Oiga, no vé que lo llamo…”-,
El joven apresurado le dice:
-“No es que yo no lo vea, es que sus ojos no me ven…”-,
El señor indispuesto por lo ocurrido le pregunta:
-“Y porque yo no lo veo…”-,
Y el joven le dice:
-“Porque usted me grita, sus ojos no me ven, porque si me vieran no me gritara…”-,