La solución a la coyuntura no es un pleito
ni tampoco un acuerdo,
es una decisión innata del pueblo.
Donde los soberanos
no tocan en vano
aquellos votos pensados
y más bien
aquellos rehusados
son los más apreciados.
No estamos esperando
la llegada de un día.
Lo que buscamos,
aquellos que luchamos,
es la libertad de estudiar
aquello que el pueblo ha de sanar
y no lo que el gobierno
en el día escucha
y en la noche ignora.