Danny McGee

FELICIDAD.

Felicidad.

¡Qué dicha vería en las rosas
si fueras flor de mi hogar!
¡Qué dicha en las mariposas
vería al sentirte amar!
¡Qué suave el jardín silente
se haría al tener tu olor!
¡Qué suave mi tosca frente
sería al pensar tu amor!
Si al huerto de esta morada
vinieras alguna vez,
vería, en mi dicha alzada,
las rosas sobre tu tez.
Aquí, por tu olor y el mío,
el huerto se aromaría,
el huerto que en el estío
te haría una poesía.
¡Qué dicha vería el verano
si fueras flor de mi hogar!
¡Qué dicha, al tener tu mano,
vería al sentirte amar!
¡Qué puro en los caracoles
se haría su paso lento!
¡Qué puro, bajo los soles,
sería el sentir tu aliento!
Si al huerto de esta morada
entrara tu corazón,
no habría una flor plantada
sin algo de tu loción.
Aquí, por tu amor y el mío,
el huerto vería la gloria,
y un sueño que con su brío
te haría una hermosa historia.