Lucía la mañana
de destellos dorados.
Lucían sus ojos
despertando a la luz de día
a la belleza de las flores
mirandole serenas.
Volaban mis ojos
a encontrarse con sus ojos
allá en la distancia,
donde la raya del cielo
besa las palabras
que escribió ayer
transparentes y coralinas.
Buscaban refugiarse
en la luz
que despierta su poesía
preñando de amor
y sentido
cada verso hermoso.
Se siente y se respira
esa suma de palabras
que hurgan las raices
de la más pura emoción
que vive dentro de ti
desparramada en el
bello horizonte de tus versos.
18-1-2019