Nos une un café
Un angostillo sin arbustos y vetustas raíces,
un té a las cuatro de la tarde,
una amistad que crece a raudales,
un deseo inaguantable,
un compromiso inigualable,
un amor incomparable.
Separados por una ventana,
unidos por el alma,
por un beso en la cara,
coqueteando con la esperanza,
seduciendo a la mañana.
El sol en nuestra cara,
la luna acobijando nuestras ganas.
Él la leche en mi café negro,
Yo la azúcar que endulza su centro.
Él - persiana de mi ventana,
Yo - rayos de sol penetrando su almohada.
Él mi vecino preferido,
Yo, su amor empedernido,
vecinos por preferencia,
amantes por conveniencia.
Él, estimulo de mis pensamientos,
Yo, fastidió de su aburrimiento.
Él, mi galán de todos los tiempos,
Yo, su amante, su vecina, su mujer y amiga…
Pero juntos no vivimos aunque suene extraño admitirlo,
porque la dulce realidad es que;
lo mataría si llegase a vivir con él.
LeydisProse
1/18/2019
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