Voy a pedir a la vida que no intente
nunca más diseñar mis ataduras,
que no me impida soñar, que ilumine
mi camino
y me permita respaldar
al amor que asoma en mi ventana.
Voy a realizar una tregua de lamentos
para mantenerme sobrio y desde ahí
internarme en la negrura de sus ojos,
en la suavidad de su pelo y diseñar
una estrategia, para cuando mis labios
hasta el alba
logren acariciar sus privilegios.
Haré lo que me pida, si es que impone
penitencia por mi audacia,
haré ayuno de recuerdos, donación
de nostalgias, y por qué no,
hasta puede que me desprenda
de todos los pecados sin sotana.
Seré cautivador, tierno, amoroso,
transparente,
para cuando vea mi interior
descubra que habita en mi corazón,
que Dios la diseño para mi
y zurció su piel con hilos de mi alma.
Autor…reh