Qué lujo
que placer
andar entre
olas y sumergirme
en el paisaje de
alguna isla del
Pacífico, que
siempre soñé
visitar.
Son tu gente
el don de la
música que
cubre las playas
y el entusiasmo
que puse para
llegar hasta
aquí donde,
el horizonte
el infinito y
el sol se confunden
en un sueño, en
un bello paraíso
para quedarse
soñando más
y nunca despertar.