Reposa el día sobre su huella
a la dulce impostura de los astros.
Hay un sueño herido
entre palabras que se agrietan
y un mar que sangra en las cuadernas.
En las brillantes esquinas
la noche exhala silencios
y un claroscuro guiñol me lleva hasta la infancia.
Cuando acecha la penumbra
el cielo olvida sus promesas
y solo una pequeña llama sin memoria
se asoma por sobre el tragaluz de atormentados vientos.
El tiempo pasa a través de los espejos
como yerma voz en el eco de la ausencia,
como amonestada soledad en el fragor del extravío.
\"Pájaros de niebla\" (2019)