El péndulo es espina
robada... La mañana en consonancia
esplendente ilumina,
después de la distancia
de boscajes, guardados en la infancia.
Audaz luminiscencia
versátil, tan oscura y silenciosa,
callada, sin urgencia
robada, majestuosa
belleza, tan gentil como garbosa.
Si el hilo se cortara,
caería con estrépito ese sueño
perdido que velara.
Dejaría su empeño
febril, interesante y halagüeño.
En el secreto vuelo
de los altos peldaños de tu vida,
tu presencia es consuelo
siempre de bienvenida,
aunque en el tiempo fluya, tan perdida.
Amalia Lateano
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