Va filtrándose lentamente el calor
por entre los barrotes de este cuchitril
al que osan llamarle celda,
huérfanos de sol los ladrillos
se maquillan con la humedad de lamentos,
llantos, rezos y hasta gemidos
por los amores quedados
y otros por los conocidos
Oigo desde la radio de un policía
que anoche mataron cuatro,
que capturaron a veinte
pero acá ninguno ha entrado
Un chirrear de mala frecuencia
desentona a los Hernández
cuando acusan que la jaula de oro
sigue siendo prisión…
¡jaula de oro!
puro hierro enmohecido
reforzado con sudor,
lágrimas y saliva
de tantos que por no llorar
muerden las rejas malditas
Hoy trajeron a otro compa
que se le atravesó a la macana
de un indefenso policía;
siete puntadas de ceja
dos costillas quebradas,
dos dientes que en fuga
se quedaron en la reja
Para colmo por la madrugada
cuando el poli de turno
se recuerda de su mujer
y al no poder con ella yacer
va esculcando entre la mugre
donde haya un alma quebrada
con que poderse desahogar
Algunas mañanas vienen lo misioneros
a decirnos que el cielo está cerca,
que arrepentirnos es necesario…
y por más que miro hacia arriba
donde me dicen que el cielo está
solo encuentro asbesto y rejas
¿dónde andarán las nubes;
Seguirá siendo azul el cielo?
Y cuando amenazan con un infierno eterno
todos a coro clamamos
que somos arrepentidos
pues solo nosotros entendemos
que en el infierno vivimos