mis ojos miraban una hoja en blanco,
sin poder escribir ni un solo lamento,
ni la mente ni la mano se ponen de acuerdo,
para rimar o prosar las cosas al viento.
Debiera escribir las cosas mas lindas,
o quizá sepultar estos dos sentimientos,
de rimar o prosar las cosas al viento,
descubriendo la realidad, !que duro tormento!.
La vida se afana en cosas dolosas,
sin dejar que hile ni un solo momento,
las cosas bonitas o estrellas del firmamento,
de este mundillo creyente y funesto.
Y vino a mi mente los sueños y sombras,
extraños poemas de caricias y lagrimas,
angustia de Países, colores y razas,
de hombres matándose al fuego de brasas.
Esperando escribir pensamientos honestos,
no pude escribir ni un solo epitafio,
de la vida o la muerte que me coquetea,
y sigo mirando esa hoja vacía.