Axel Dueñas

Soneto V

Mi cabeza padece de quimera

que le hostiga gentil y oculto engaño:

gentil cuando parece curandera

y oculta cuando inflige inocuo daño.

 

El daño pareciera primavera

en la mentalidad febril de antaño,

mas hoy se manifiesta la primera

directriz que conduce al desengaño.

 

¿No es acaso identificar la herida

que gotea en los cuartos de la mente

la parte más difícil de la vida?

 

El enfermo percibe lo que siente

mientras el necio ignora: la salida

se muestra bajo la salud ausente.