El manto blanco de la luna
cubrió de consuelo mis lágrimas,
estas lágrimas que jamás
nadie sabrá que las derramé por ti.
Me abrigó con un dulce sosiego
mas cuando desperté quise
devolverle a la vida la intensidad de un te amo,
devolverle al destino la felicidad brindada, y
dejar en el abismo el dolor de perderte,
dejar en el abismo el descontrol por no tenerte.