Alejandro Pezeira

Toi même

Tu cintura de curvas perfectas 

que conozco como las puñaladas. 

 

Blanca y desnuda te entregas 

al fuego tenue pasión.

 

Te veo caer a raudas 

de mis manos te escapas y pierdes.

 

Veo brillar tus ojos rojos

cual zafiro de robos y lentas muertes.

 

Te caes, vuelas y pierdes

cada vez más.

 

Y yo sigo muriendo 

Cada vez que te beso y escupo.

 

Muero más y más 

y tú te esfumas e incendias pasión.

 

Y aún así me pregunto 

cuándo te tendré, una vez más, 

entre mis dedos.