SOLO EL HOMBRE SALVA AL HOMBRE
Estaba el sabio pensando.
En su magín desbordante,
bullían conceptos nuevos,
e ideas extravagantes.
En su cabeza pensante,
nacía una nueva escuela.
Una forma de saber,
como apagar las hogueras,
que brotaban por doquier.
Diezmando la hermosa Tierra ,
con bengalas de Poder.
Torna la hierba a marrón.
Se va agostando la siembra.
Y el curtido labrador,
ve como el viento la quema,
con su pestilente olor.
Ya no acarician la tierra,
las manos como sarmientos.
Ni los frutos de la tierra,
dan salubridad al cuerpo.
Ni auténticos los intentos,
de preservar el planeta.
Ya no medita el humano,
en lo que tiene más cerca.
Ni le importa lo sencillo,
de la realidad compleja.
El humano se desliza,
por una rampa engrasada.
Sumergido en la vorágine,
de su carrera alocada.
Y ajeno a las consecuencias,
da la espalda a la conciencia,
que día a día le alerta.
Saltos son en el vacío,
de la más profunda grieta.
Como un nudo corredizo,
que va cerrando sin tregua,
la garganta a la que aprieta.
Se van ahogando los Hombres.
Sin apenas darse cuenta.
En voces quedan los gritos,
y como susurros quedan.
De superfluos artilugios,
que le cercan y rodean.
Enquistando el pensamiento,
y enterrando las ideas.
El sabio siguió pensando,
en una apartada tierra.
Donde el saber se cultiva,
y se tejen las urdimbres,
para vestir las conciencias,
con la tela del saber.
Conocer es penetrar,
en los arcanos secretos.
Extrayendo las esencias,
de las ejemplares vidas.
Grandes hazañas vividas,
que brindaron su experiencia.
El reto sigue vigente,
para alertar a las gentes,
y corregir sus errores.
Solo el Hombre,
salva al Hombre.
siendo más inteligente.
A.L.
http://alupego.blogspot.es
21/01/2019