Si nos diéramos cuenta
que cargamos de recuerdos
los bolsillos,
tan pesada la sombra,
tan grabado el olvido.
Si nos diéramos cuenta
que sería de los árboles del huerto
si no tuvieran quien llenara de trinos su linaje,
y si la luna del cielo permutara,
si no pudiéramos llamar al pan pan
y al vino vino,
¿qué sería del autillo que te aclama,
del color del arco iris,
del sol
de tu paisaje?
¿qué sería de tu nombre
si es que es nombre lo que llevas
y del canario que no cesa
de acariciar con bemoles la ventana?
Tal vez, en un abrir y cerrar de ojos
en el portal de tu casa consiguieras
desposar a la esperanza,
o a la dicha,
al mañana;
tal vez consiguieras desposeerte de lo ufano
y levitar como un colibrí
para entender que la lluvia sostiene la vida
en cada gota.
Autor...Rafael Elidas Huerta