Fue un largo silencio
miraba por detrás de mi
queriendo evitar los ojos.
Sus labios
apenas temblaban
queriendo decir
…….
los por qué
…….
desde cuando
……..
ya no me amabas.
Pero en los ojos
esquivos
brillaban lágrimas
contenidas.
Mientras
mis manos descansaban
en la mesa
en la intención
trunca
de llegar a ella.
Mi propia boca
seca de palabras
se negaba
apretando los dientes
sin decir nada.
Fue entonces
que ella
tomó mis manos
y
los dos nos dijimos
--aún te amo--.