Dos sillas, dos tazas de té sabor dulzura,
terrones de azúcar y bombones que huelen a ternura.
Dos almas, dos cuerpos y dos corazones que se juntan en el universo.
Cruce de miradas.
Dos bocas, dos manos que se fusionan en aquel espacio.
Dos seres que se dicen te quiero y dos mundos que laten en una tarde de invierno.