Bus stop. Hombres que las prefieren llamativa.
Pues yo no. Conocí a una, parecía alegre y reía,
pero por dentro su corazón era un grito de afonía.
Siempre me dió pena...y su pena era furtiva.
Sí, era guapa y sexy, pero su alma delicadeza,
y su sonrisa, una máscara de veneno ficticio.
Era una actriz que sacaba a todos de quicio,
porque su papel era beber pastillas de tristeza.
No me hubiese gustado tenerla como amiga;
que ni desnuda en mi cama quiero su apellido,
y aún esperando el bus de vaquero herido,
la hubiese perdonado. Tampoco fue mi enemiga
(jamás lo fue) pero...fue una mujer sin celibato:
el bus no paró, y todos dicen que fue un asesinato.
PD:
NO ENTREGUÉIS EL CORAZÓN A TODOS
NACHO REY