“Pueblos prósperos sólo en libertad”
Si hay don preciado que no tiene parecido,
y que no hay forma que podamos cotejar;
si existe una humana virtud a realzarse
es indudablemente el del bello nombre: Libertad.
Si se pierde la paz que nos ofrece la libertad,
se pierde la razón y hasta la dignidad,
y se le asesta a la escala de valores
un terrible y certero golpe mortal.
Se pierde la libertad por la falta de recato,
e incluso por un resentimiento social
por torpeza, es decir, falta de inteligencia
y es la tiranía que nos hunde en un lodazal.
Libertad es una hermosa y soberana fémina
que con laureles de sabiduría debemos ornar,
es sinónimo de autodeterminación y albedrío,
de hombres y mujeres de muy buena voluntad.
Hablar de libertad es hablar de independencia
sin ominosas sombras y cárceles de oquedad,
es la práctica de deberes y de derechos
que nada ni nadie debe atreverse a conculcar
Es cristalizar un ideal estado de derecho
pues es en síntesis hablar familiaridad,
pero no se puede hablar de libertad
si ocultas están la verdad y la honestidad.
La libertad es un caro y amado privilegio
donde impera el amor y la racionalidad
y, por eso ruego para mi Venezuela
a un Dios de amor y de bondad.
Que con el artículo tres cientos cincuenta
de la vigente Constitución Nacional
o llamada también Carta Magna
la podamos entre todos recuperar,
la virtud y honor de nuestro himno nacional
no prosperan en tiranía, sólo en libertad.
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Hermes Varillas Labrador