Acabo de conocer a la familia Ingalls
Y me aterró su normalidad
Sonrisas constantes sin pestañeos
o rayos de penumbra en sus ojos,
Rozan lo sádico.
Me acerqué a la oveja negra para aplacar
Que si me rasco me busco hasta el hueso
Relamiendo todo lo licencioso.
JULIETA IALLORENZI
PATENTADO EN SADAIC Y DNDA
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