El suave arrullo de la noche invita a soñar nuevamente,
y al ponerse el alba una ilusión que nace esta presente;
miro al cielo y el sol me sonríe para alentarme,
es momento de realizar sueños y no defraudarme.
Soy una soñadora irremediable que construye sus anhelos,
y la única que decide que tan grandes son todos ellos;
no importa la distancia y los obstáculos,
pongo mi ser y mi alma por realizarlos.
Una soñadora irremediable que sueña dormida o despierta
y sabe que sus sueños son esperanza cierta,
por ello debo con todo mi corazón desearlos,
que a la vida no le queda más que aceptarlos.
¡Es hora de apagar la luz y comenzar a soñar!