Siempre me ha gustado desafiar al destino, demostrarle que este infierno es solo tuyo y mio.
Una dosis de locura y una pizca de ternura...
Siempre supe que esto pasaría
Demasiado fuego siempre quemaria
Demasiado frío esta llama extinguiria...
Fuiste la cura perfecta, la única que calmaba estas tormentas.
Ahora los vientos se han desatado,
Donde hubo tranquilidad ya solo queda tempestad.
Y aunque te pidiera una dosis mas
Se muy bien que el frasco vacío estará...
El antídoto se ha terminado.