Hoy fue casualidad
de encontrarme con Carolina,
como me alegré porque estaba
como en el ayer bonita; y su genio de dulzura
me hizo volver a mi pasado
porque somos buenos amigos,
aunque ella anda en auto elegante
su sencillez es igual que mis versos,
en mi diario ¡pero que lindura de mujer!
que en mi pecho la llevo prendida
como algo tan tierno Pegádito en mi corazón;
ella sabe que yo soy su eterno inspirador.