No me engañan tus barbas blancas, tu porte de caballero es solo un disfraz. para ocultar tu vulgaridad, pero tu palabra. te delata. En tu voz se nota la nostalgia de una juventud inexistente , nunca corriste detrás. ni delante del poder , sino a su lado , a veces te adelantabas para extender alfombras , por eso te digo que tu eres culpable del adormecimiento de las mentes . Tu obra solo te sirvió para procurarte desde que eras joven una buena pensión.