Hector Augusto Cuestas Venegas

Defensa del soneto

Defensa del soneto

 

 

Él, que de las entrañas de las musas

emerge muy garboso y con estilo,

airoso se impone ante la ilusa

pretensión de su fin en nuestro siglo.

 

Tiñen su nombre muchos centenarios,

desde Petrarca, Quevedo y demás

y aún seduce con su voz de canario

y aún contagia con su ritmo y compás.

 

No es vano el son ni la palabra inerte

ni superflua la rima y la medida.

Tampoco fue casualidad ni suerte

 

que sus versos transcendieran la vida.

No. No pueden ser jamás concebidas

en él la decadencia ni la muerte.