Los colores encendieron la noche del domingo.
Pintaron la luna de rojo sangre.
Fue pasando del amarillo hasta el rojo.
Pinto así un anochecer de color fuego
y transformo la noche para vivirlo
con la luz que me recuerda
un atardecer soñado
que se vivió en este planeta de manera especial
y recobro así la luna
un brillo que dibujaba
la noche de color.