DE LOS RITUALES DE VERANO....
Todos los veranos, disfrutamos el renovador y consuetudinario ritual de visitar el mar, sus playas, sus dones. Y es justamente el mar y no otro lugar el que nos produce esa tan particular fascinación año tras año. Luego de un intensa temporada de faena, es pócima para el descanso, olvidamos nuestras flaquezas, nuestros errores, olvidamos que somos tan pequeñamente humanos.
Miles somos los que profesamos este ritual. Hombres y mujeres, como ejércitos, instalamos nuestras sombrillas, reposeras y lonas justo al borde de la bendición liquida, y situados allí, casi en la yema de sus dedos, queremos ser acariciados por la espuma, que viene, desaparece y vuelve a venir con cada ola y su música constante, quizás para sentirnos en el prologo de un nuevo reverdecer de la esperanza.
Algunos, los mas prudentes -como yo-, yacemos inmóviles en la arena, contemplando al mar, bello, magnifico, con su inabarcable paisaje, siempre diferente, siempre singular, somos parte de la naturaleza. Miramos, con ojos soñadores, la perfecta linea del horizonte en sus gamas de azules y celestes e imaginamos, en su cercanía, estar en el paraíso aquí en tierra. Los enamorados, tomados de la mano, ceremoniosos, le muestran para su aprobación, el amor que se profesan.
Otros, los mas jóvenes, los mas intrépidos, desafían como peces, la fuerza natural de las olas, para sentirse, en ese instante poderosos . El mar les regala el refresco y el ocio, y ellos, inocentes, retan los poderes del dios. Los mas temerarios, en cambio, lo enfrentan, como los navegantes, nadan, navegan en sus entrañas e inconscientemente se ofrecen al riesgo invocando a Poseidón que los proteja.
El Dios Mar todo lo posee, belleza en el paisaje, música en las olas, riqueza en la flora y fauna, poder sobre la vida y la muerte. Pensándolo bien.., el mar detenta en si, el universo de nuestras fantasías.
Todos los veranos vamos al mar, simplemente, creo, a contagiarnos con el....
A.C.F
ENERO 2019
ARGENTINA