Virginia de Albán

EMBRIAGUEZ AZUL

 

Regresé tan dormida

agotada de auroras.

 

Y en mi naciente embriaguez

rescatada del llanto,

yo era un poema

donde la luz bailaba

en un sobrio arrebato de estrellas.

 

Estoy aquí, quizá dormida

ebria de nacimientos,

y desafiando asombros

con las hojas proféticas

 que le fueron robadas al ayer.

 

He venido a este mundo

galopando cincuenta y un años

que siguen siendo albas.

 

Enamorada sin cesar del asombro…

Intuida por el aire…

 Justiciera sin mundos…

 

He venido a este mundo

a buscar en tu nombre mis nombres:

tus poemas que son

volantes campanarios.

 

Estoy aquí

embriagada de tantos nacimientos,

dispuesta a todo y todo…
por vivir.