EREBO DEL PECHO
En un sendero cenizoso,
en el que han erupcionado tantas llamas;
borbolleado tantas cascadas;
oído tantos estruendos, tantos terremotos,
yo camino, y creo que esto es
algo etéreo, o no sé,
algo bello, o algo muerto,
por aquí lo llaman erebo,
lo llaman corazón.
,